NOTAS

DESERT FLOOD

POR ALEXIS LEVY

29 DE AGOSTO DE 2023.

FOTOS: ALEXIS LEVY

Aunque este es un artículo previsto para publicarse en agosto, me siento obligada y necesitada de escribirlo ahora, junio 2023, por la MUY preocupante y atípica ola de calor que enfrentamos en México y el mundo. Aunque visité Desert Flood ya hace tiempo, sus conceptos resuenan en mi cabeza ahora más que nunca y me ponen a reflexionar sobre el futuro que nos espera y el presente tan importante que nos compete. 

Mientras el calor aumenta a temperaturas nunca antes vistas cuando aún estamos en primavera, yo solo leo en las noticias:

“Calor insoportable… y hay escasez de ventiladores y hielo en México”

“Clima en México es un desafío para las cerveceras”

“Los 5 mejores ventiladores inteligentes para librarte del calor en México”


Voy a cenar con amigxs:

No puedo más con el calor, fui a Costco y ya no hay ventiladores.

Está insoportable, creo que ya tengo que instalar aire acondicionado.  

¿Puedes creer que Amazon tarda hasta 2 semanas en entregar un ventilador?


Mi intención no es juzgar a nadie; yo también me he quejado del calor insoportable, yo también he pasado noches sin dormir y yo también he sido víctima de la inesperada escasez de ventiladores. La realidad es que en México no contamos con la infraestructura y equipamiento para enfrentar temperaturas tan altas y hablar de ello no está mal. De hecho, me parece necesario. Lo que me parece alarmante es que si bien, quejarnos del calor es normal, estos comentarios, la mayoría de la veces, no vienen acompañados de una mínima reflexión o algún despertar de conciencia. 

Let me break it to you: No, estas temperaturas NO son normales. Hace unos años en la Ciudad de México, un lugar en el que el clima tiende a ser más frío (o solía hacerlo) no se pensaba siquiera en instalar un aire acondicionado. Sí, el futuro de las cerveceras, pero también el de todos los medios de producción enfrentarán enormes retos (y la cerveza, no está ni cerca de ser la más importante). El insoportable y atípico calor que este año experimentamos, no sólo dejará de ser atípico, si no que irá en aumento. Como lo dije en un artículo que escribí sobre Net Zero (link): “Nosotros no vamos a salvar el planeta. El día en que no estemos, la Tierra se reparará sola; a quien debemos de salvar es a nosotros mismos” y me gustaría agregar: y no parece que nos importe, quizás el día que lo haga será demasiado tarde, quizás incluso ahora, ya es demasiado tarde. 

“La tragedia de los comunes” lo llamó alguna vez Eugenio Fernández, Director General de Astra en una entrevista que tuvimos; eso que es de todos y al mismo tiempo no es de nadie, esa situación en la que decimos: “Lo que yo haga no hace diferencia” y todos esos “Lo que yo haga no hace diferencia” realmente si hacen diferencia. Esa suma de pequeños actos que en conjunto tienen un enorme efecto negativo, eso que nadie quiere adjudicarse porque aunque no sea equitativa, la responsabilidad realmente es colectiva: todos aportamos negativamente al cambio climático, unos más que otros, pero todos lo hacemos. Lo que significa que también todos podemos hacer cambios en nuestro estilo de vida, todos podemos aportar positivamente también. 

Así que, en un vago intento por sembrar un pequeño grado de reflexión y conciencia en mis 2-3 lectores, les platicaré un poco de lo qué trató la impactante exposición de Desert Flood en Lago Algo (un bellísimo espacio restaurado por Naso, que recomiendo ampliamente que visiten). Aprovecho también para dejarles el link de nuestro calendario para que no vuelvan a perderse este o ningún otro evento en curso.

En esta exposición participaron diferentes artistas para guiarnos por el problema del cambio climático y la participación del hombre en este fenómeno. Con mensaje alto y contundente, sus paradojas resuenan fuerte y sacuden aún más:  

El recorrido comienza en una antesala con la instalación “Cantidades Salvajes (Móvil 1), 2021” de Gabriel Rico, artista mexicano. Figuras en luces neón pivotan sobre tu cabeza, te muestran el mundo de las ideas por medio de interpretaciones de las pinturas rupestres, las líneas de Nazca, letras, números y signos, te hacen notar la relación entre todo aquello que se alberga en tu cerebro, eso que incluso traspasa la realidad y un fenómeno inminente de la realidad fuera de tu mente: el cambio climático. Esta parte de la exposición se titulada “Warm Winter” ya que el 2022 tuvo uno de los inviernos más calurosos, invirtiendo el curso natural de las estaciones y generando incluso una antítesis del propio concepto. 

La siguiente parte de la exposición y para mí, quizás la más sobrecogedora, es la sala principal, un espacio en el que que te adentras en una inquietante simulación: 

Entras a un espacio luminoso, sientes la arena hasta los talones, es tan alta que dificulta tu caminata, te parece molesta y pesada, incluso un poco de ella se mete a tus tenis. Levantas la vista y no puedes evitar notar las imponentes figuras de cactus en mármol, esa especie fuerte y resiliente, sobreviviente de desastres naturales (“Marble Cactus, 2023” de Claudia Comte). Una alarma se enciende en tu interior, estás viendo la predicción del futuro: un mundo desértico. A través de un gran ventanal miras hacia afuera, te encuentras con la hermosa vista del lago y bosque de Chapultepec, un poco de paz regresa a tí, el mundo fértil sigue ahí, sigue siendo posible. De pronto, como una idea que llega a tu mente a velocidad feroz y que no puedes evitar, te preguntas: ¿qué tal si la naturaleza que vemos al exterior de las paredes de este museo, algún día será la antítesis de lo que vivimos ahora?, ¿qué tal si algún día ese mundo frondoso, será tan escaso que tendrá que ser expuesto en un museo y este mundo estéril y desolado en el que estás ahora parado, será lo que inunde nuestro mundo exterior? La simple idea duele. 

Sigues avanzando por el espacio y te encuentras con un subargumento a tu misma paradoja; Gabriel Rico, interviene la sala de manera virtual e innovadora, mediante “Efecto Mariposa, 2023” ves a través de tu celular la superposición virtual de mariposas monarca (especie en peligro de extinción) revoloteando en la sala y el pensamiento te inunda nuevamente: ¿será posible que en un futuro cercano, la realidad virtual sea la única manera que podamos conectar con esta especie tan hermosa y emblemática de México o incluso con muchas especies más? La idea duele una vez más. 

Mientras habitas este universo distópico, en las paredes observas las “Haha paintings, 2022” en las que Comte, se ríe de tí, de mí y de todos. En estas estas obras observas fotografías de desastres naturales tomadas por la propia artista e intervenidas con risas provocativas y siniestras que, en modo de protesta. Te hacen un llamado, te dicen que el tiempo se acaba y que no estamos haciendo nada para impedirlo. Duele nuevamente. 

Finalmente, como conclusión de la exposición, te adentras en una pequeña sala neón en la que SUPERFLEX presenta “We are all in the same boat, 2018”. La frase en mayúsculas y de gran tamaño te grita lo inminente. Recuerdas los enormes letreros sobre los edificios, en las ciudades y megacorporaciones, sus bases, representadas con sacos naranjas, ahora te parecen frágiles, como si dependieran de un solo movimiento para derrumbarse. Te preguntas si es verdad, si realmente estamos todos en el mismo barco. Te cuestionas qué pasará el día que el agua sea accesible solo para quienes puedan pagarla, en que la comida sea tan escasa que sus precios elevados aumenten exponencialmente la pobreza y desnutrición en el mundo. Te preguntas si el problema del cambio climático es un problema social también, si aquellos con menos recursos estarán más expuestos a sus consecuencias y los dueños de mega letreros tendrán ventaja sobre el resto. Reflexionas sobre lo injusto del mundo y concluyes que no, no estamos todos en el mismo barco; quizás estamos todos en la misma tormenta, pero algunos tenemos barcos salvavidas, algunos tan solo unos chalecos y algunos se encuentran a la deriva. 

Esta vez duele, pero ese no es el sentimiento más fuerte que experimentas, te inunda la proactividad que mueve montañas, que cambia mundos, esa que quema por dentro y te llama a tomar acciones urgentes. Sabes que aunque eres tan solo “uno más” te niegas a seguir siendo parte de la “tragedia”.