NOTAS

POR ALEXIS LEVY

5 DE JUNIO DE 2023.

FOTOS: ALEXIS LEVY

Me pregunto cómo es que nunca había escuchado de este evento. No solamente soy amante de las letras, si no que el explorar el mundo de los proyectos únicos, me llama inmensamente la atención. Podríamos volver a la narrativa de todos aquellos lugares que no conozco, del México que se me esconde en la cotidianidad, pero eso no lo hace más soportable, mucho menos justificable. El Art Book Fair debería de ser el evento al que asisto religiosamente en cada edición. 

Acudí al evento con un par de amigos, gente a la que, como yo, le gusta observar en silencio. Aun así, comencé a sentir desesperación por separarme, por emprender mi camino sola. No quería seguirle el paso a nadie, tampoco quería que nadie me siguiera el paso a mí. Quería dejarme llevar por los estantes y aquellas portadas que llamaran mi atención. Quería hablar con los autores, entender las ideas detrás de aquellas obras de arte que a veces resultaban inaccesibles sin un guía. Quería que el tiempo y el trayecto fueran míos; no quería compartir este espacio con nadie. 

Ya he visitado algunas ferias del libro, la de Guadalajara por ejemplo (una de las mejores que hay en México). Me encantan las palabras y eso me lleva a querer explorar la escritura en todas sus versiones. Entrar a una librería, conocer libros nuevos, explorar los estantes y marcar con la vista aquellos que ya he leído, eso es lo que yo podría considerar una tarde perfecta. Creo que la escritura es un arte bellísimo que, a diferencia de algunas otras, apela a algo que tiene poco que ver con lo visual. Cuando vas a una feria de libros, vas buscando ese libro que nunca habías visto, esas palabras que resuenan contigo o esa historia que mueres por conocer. Pero esta feria es distinta; aquí no se venden libros, palabras ni sonetos. Aquí se venden proyectos, ideas y procesos, obras que merecen un libro (o más) para expresarse, para dejar una huella física y palpable de un proceso creativo, una experiencia o un espacio, algo que se plasma en tangible y por ende, en eterno. Algo que tiene que ver con lo escrito, pero también (muchas veces) con lo visual. 

Lo más bonito es que su recorrido no es tan sencillo, hace falta tomarse el tiempo de platicar con el autor/editor/representante, se necesita que te cuenten de qué trata y qué esconden detrás de aquello que a simple vista resulta imperceptible. La experiencia es muy solitaria y muy personal, es un camino que se emprende en la individualidad, pero es también un recorrido muy completo, te permite adentrarte en la mente de artistas para entender sus formas y razones, porque el arte sin su fondo no es nada. No hay conectar sin sentir y no hay sentir sin comprender. 

Cuando llegué, me senté a escuchar una conferencia que se llevaba a cabo en la primera parte del espacio. Estoy cayendo en cuenta de que no he hablado nada de arquitectura, una disculpa para aquellos lectores que vienen buscando esto por aquí. El Art Book Fair este año (desconozco que haya sido de los años anteriores), se llevó a cabo en la Galeria Kurimanzutto, un lugar que [una vez más] nunca había visitado. Este espacio diseñado por el arquitecto Alberto Kalach, tiene esta sensación que comparten todas las galerías bien diseñadas: la pureza. Aunque el espacio se caracteriza por la sencillez, no deja de ser tener un recorrido dinámico con patios y portales, un proyecto en donde la cubierta juega un papel estelar y en donde la luz abraza su columna vertebral (le pongo check a hablar de arquitectura jaja).

Volviendo a mi relato; la conferencia a la que aterricé estaba impartida por los editores de la revista ACCATTONE. En ella se desarrollaba el concepto del arquitecto-editor y de los medios de expresión a través del papel, pero lo que me pareció más interesante era el enfoque que tenían. Se dedicaban, entre otras cosas, a acompañar e ilustrar el proceso creativo [y a veces no tan creativo] que conllevan los proyectos de arquitectura. Acompañaban imágenes del espacio con planos y bocetos, pero también con screenshots de las conversaciones de WhatsApp que mantenían los clientes y proyectistas. Esas cosas que a veces olvidamos que se desarrollan alrededor de una obra, todo aquello que también es parte del proceso y por ende, del resultado. Al final se trataba de la transparencia del proceso y del caminar de la creatividad.

En esta experiencia tan obligadamente solitaria, me tope con Lorenza (la editora de MENTES, para quien no la conozca), la otra persona que, como yo, jamás se perdería un evento así. Ella, a diferencia de mí, ya había encontrado el libro que resonaba con ella. Le pedí que me lo enseñara, no hay nada que te adentre más en la mente de una persona que saber que es lo que le gusta leer. Era un libro de baños, ¿de baños?, si de baños, ¿por qué compró un libro de baños?, yo también se lo pregunté. “Me llamó la atención”, dijo. Mi primera reacción fue un poco juiciosa (tengo que aceptar). ¿Que había visto en un libro sobre baños? El formato era bonito, eso no puedo negarlo; un libro rosa, pequeño y bastante rechoncho, con imágenes de diferentes baños alrededor del mundo. 

*Note to myself: Estamos en el Art Book Fair, deja de juzgar proyectos.


Entonces me puse a pensar: ¿Cómo se puede juzgar la inspiración? la existe en todo aquello que vemos y sentimos. Está en todas partes y es exactamente para lo que se viene a estos eventos. para adentrarse en las mentes de aquellos con fuentes de inspiración variadas y muy originales. Mientras a algunos (algunos, muchos) les inspira el amor, el desamor, la nostalgia, la pérdida y el dolor, hay algunos otros a los que les inspiran los espacios y lugares que para otros parecen banales y aburridos (yo siempre odie diseñar baños durante la carrera). Quizás nunca elegiría retratar un baño durante un recorrido por el mundo, pero la mera idea de que alguien quiera hacerlo me parece maravillosa. Y aunque no lo crean, el resultado lo era también. Una vez superada mi etapa juiciosa, me puse a pensar en la forma y diseño que puede tener un espacio tan esencial, uno que está en casi todos los proyectos que creamos y en la mayor parte de los espacios que visitamos. Aplaudo al autor por ver esta potencialidad en donde yo sólo vi cotidianidad. De esto se trata. Que interesante es cuestionar la creatividad desde ese lugar tan esencialmente propio y a la vez tan extraño y revelador. 

Me gusta este espacio porque en él caben todas las fuentes, es en donde se explota la creatividad y la inspiración. En donde los libros son tanto el destino, como la trayectoria, son el reflejo de esos afanes tan únicos, de las mentes misteriosas y de su forma y también su fondo. La profundidad y la belleza. No hace falta nada más.

INDEX ART BOOK FAIR