LECCIONES DE PRIMER SEMESTRE
Hoy terminé de dar clases para estudiantes de primer semestre de la carrera de arquitectura y para conmemorarlo (porque también es mi primer semestre impartiendo clases) quiero enlistar una serie de aprendizajes al respecto.

Por: Paola Barragán
- Compartir la arquitectura y el conocimiento adquirido con el tiempo es la mejor forma de reconectarte con la profesión. En mi caso, después de 10 años de participar en el campo laboral de la arquitectura. Me encontraba en un desencanto total de la misma, en gran parte como resultado al panorama de la profesión en México: malos sueldos, horarios extenuantes, nada de prestaciones, nada de respeto por parte de los patrones, competencia desleal y abaratamiento de trabajo para poder ganar trabajos, sumados los problemas que vienen con ser mujer y ejercer la profesión. (Ejemplos hay muchos, pero el que más me gusta(?) contar es cuando en una junta me pidieron a mi opinión sobre dónde colocar el tallador y no a alguien más de los 10 hombres presentes).
- De todo se aprende. Aunque fui yo la que buscó la oportunidad, en el momento de entrar y dar los primeros minutos de clase moría de nervios y pensaba que no tenía la suficiente experiencia, que qué hacía ahí si no tengo una maestría entre otros desmoralizantes pensamientos. Para mí emoción, con el paso del tiempo, me he dado cuenta que en estos 10 años si he aprendido y que si puedo responder con fundamentos a las dudas de las y los estudiantes. No quiere decir que lo sé todo, pero ha sido muy bonito identificar y reconocer mi avance y entendimiento de la arquitectura.
- Aprendizaje atrae aprendizaje. Relacionado al punto anterior, el estar en la universidad, ser parte del ambiente educativo, estar investigando para las clases, tomar los cursos para docentes entre otros solo ha hecho que mis ganas por retomar los estudios (maestría, diplomado, como sea) se intensifiquen de una manera completamente consciente.
- La perspectiva de género en la arquitectura y los feminismos, me han cambiado la vida y la percepción de la práctica arquitectónica. Me he dado cuenta que mientras estudié la carrera y durante mis años laborales nunca me sentí “parte de” o que encajara realmente en la arquitectura. Algo me hacía falta. Me sentía mucho menos “sensible” a la poética de los espacios al compararme con algunos de mis talentosos compañeros de la escuela o me sentía menos “hábil” que mis colegas de trabajo. Pero al entender que incluso desde la enseñanza y concepción la arquitectura tiene muchas deficiencias a nivel de diseño espacial, análisis de áreas, elaboración de teorías, me ha permitido encontrar el enfoque en el que creo puedo hacer una diferencia. Darme cuenta que estaba tratando de encajar en un punto de vista que no me tomaba en cuenta ni como usuaria ni como profesionista me ha hecho encontrar mi lugar y guiar mis esfuerzos hacia lo que quiero cambiar.
- Experimentar el poner al cuidado en el centro del método de aprendizaje me dio resultados mucho más satisfactorios de los pronósticos que me dieron al principio de semestre para los grupos postpandemia. En los cursos introductorios para docentes lo primero que pensé fue: ¿en qué me estoy metiendo? Porque todas las recomendaciones eran hacia manejar grupos problemáticos que vienen de hacer la preparatoria virtual, con problemas de atención y socialización sumados a las diferencias generacionales y aislamiento pandémico. Mi estrategia para enfrentar a este problema fue tratar de poner siempre al centro de la clase el cuidado. Entender y atender sus necesidades, pero al mismo tiempo hacerles ver que yo tengo también necesidades. Además, creo que la arquitectura históricamente ha dejado de lado al cuidado desde los primeros momentos de la enseñanza. ¿Qué podemos esperar de la profesión si desde la misma escuela aprendemos a no poner límites con nosotros mismos, a no procurar a los demás e incluso vernos siempre y descaradamente entre todos como competencia? ¿Cómo podemos aspirar a diseñar espacios que cuiden a las y los usuarios futuros si no lo hacemos entre colegas? Si bien puede ser que el grupo que me asignaron fue bastante receptivo, el resultado para mí fue muy satisfactorio al leer sus encuestas y escuchar sus comentarios donde expresaron que se sintieron parte de una zona segura y eso les permitió desarrollar interés por la materia y por la carrera.
Cuidado en la enseñanza 1-Academia tradicional 0. - La mejor manera de aprender/enseñar es llevando la teoría a la práctica. Fácil y conciso: la arquitectura es de experiencias.
- Siempre hay esperanza. Por más Boomer que suene, la manera de ver el mundo de las nuevas generaciones es muy diferente incluso a lo que yo como millennial considero en mi día a día. Ecología, género, justicia social son temas que ni de chiste mis amistades y yo platicábamos en la prepa/principios de carrera. La gran mayoría de mis estudiantes y de los otros grupos tienen al menos la semillita de estos temas y curiosidad por desarrollarlos.
- Creo que encontré mi vocación. Suelo ser una persona muy emocional, y estoy segura que conforme vaya avanzando el tiempo y mi carrera en la docencia encontraré obstáculos y satisfacciones, pero cuando sabes, sabes.
