NOTAS
Hace aproximadamente un mes, recibí una llamada de Armando Quintana para invitarme a MDF, o bien, Mexico Design Fair. Proyecto en el que no sólo Carlos, Ana, Grecia y él llevan trabajando durante más de dos años, sino que se ha vuelto gran parte de todas las conversaciones que he tenido con Armando y Carlos. Es bonito ver cómo alguien ama lo que hace y es fácil confiar en un proyecto que está motivado por tanta pasión.
POR LORENZA SIERRA
01 DE JUNIO DE 2021.
FOTO: CORTESÍA DE MDF
El tiempo voló y la semana de la feria llegó. Aterricé el jueves a las 3 de la tarde en Puerto Escondido y me encontré con uno de los fotógrafos de la feria, Gerardo Maldonado. Estaba sentado junto a mí esperando a que llegaran por nosotros. Nos bajamos a comer en Zicatela unos tacos de camarón y pescado y Armando pasó por nosotros para ir a ver por primera vez la exposición. Calor de infierno -claro, Puerto Escondido en mayo-, terracería y casi una hora después llegamos a Puertecito en dónde se encuentra Casa Naila, diseñada por Alfonso Quiñones y sede oficial de MDF.
No pudieron haber elegido mejor sede para este evento, por la manera en la que penetra la luz natural y las piezas resaltan por su contraste con el concreto. Las piezas exhibidas se acomodaron dentro de los distintos cuartos de la casa. Entre ellas y las que más llamaron mi atención: las increíbles luminarias de Paola Jose -inspiradas en su papá, quien era médico ortopedista- que brillaban igual que Paola, las sillas de Perla Castañon y Edgar Orlaineta, las jarras de TANE y el armario amarillo de Carlos Torre Hütt.
No puedo decir nada de MDF más que fue todo un éxito. Creo que no hubo quien no haya quedado impresionado con la instalación de fuegos artificiales de Proyector, por lo menos a mí, me dejó la piel chinita. La gran selección musical de Regina Pozo hizo bailar a todos, probablemente hasta a Hector Rivero Borrell, parte del jurado de MDF 2021, quienes reconocieron a Liliana Ovalle como diseñadora del año. Me atrevería a decir que los invitados no pudieron estar más felices a pesar de los largos trayectos de Zicatela a Casa Naila y de Casa Naila al Hotel Escondido. La comida que sirvieron en la feria de Quetzalcóatl Zurita y Shalxaly Macías no podría ser más rica, la amabilidad de Hugo quien era el encargado de la camioneta en la que nos movimos y el agradecimiento de todos los invitados me hicieron volver más que feliz a la Ciudad de México.
La verdad es que no me esperaba encontrar a la gente que conocí. Como dijo Javier Quesada, Director Editorial de L'Officiel: “en esta feria de diseño he conocido a un montón de gente loca MARAVILLOSA que ya puedo contar entre mis amigos forever and ever”. Entre ellos Brendan Fernandes, Paola José, Evan Moffitt, Enrique Giner, Patrick a secas, Ana Lucía González y muchos otros.
Me llevo mucho de esta feria, me convenció que el diseño en México tiene un largo camino por recorrer, pero está en ascenso y en el ojo del huracán. Me hizo cuestionarme muchas cosas, entre ellas, el futuro de los medios en nuestro país. No creo que alguno de los que somos parte de este sector pensemos distinto, los medios impresos han cambiado radicalmente y el contenido que se consume comúnmente cada vez parece ser más vacío. Pero sobre todo concuerdo con Javier, conocí gente loca maravillosa que me hizo regresar a mi infancia y sentir que estaba en un campamento. Canciones en la camioneta, chilaquiles de desayuno, alberca, pláticas con muchas risas, chismes, el descaro y poco profesionalismo de tres personas que no voy a mencionar y escenas que no me perdería por nada, como Javier hablándole a Brendan 24/7 en español y a Brendan sin entender una sola palabra.
No puedo estar más agradecida con todos los organizadores de la feria, especialmente con Carlos y Armando por la confianza y por hacerme parte del equipo organizador de este fin de semana. Estoy segura que hay un gran futuro para MDF y que seguirá brindando frutos para el lugar que ocupa el diseño mexicano a nivel internacional.