MUJERES EN LA ARQUITECTURA

Cómo convocatoria, le preguntamos a distintas arquitectas, ¿Cómo contribuyes a la profesión y cómo impacta en ello el ser mujer?

MUJERES EN LA ARQUITECTURA

Siendo octubre mes de la no violencia y conscientes de la situación que el mundo vive actualmente, MENTES decide unirse a la lucha contra la inequidad de género. A través del empoderamiento de las arquitectas, y resaltando la contribución de cada una de ellas a la profesión, buscamos que cada día sean más las mujeres que se sumen a ella. Sin duda, somos emprendedoras y agregamos esa sensibilidad que nos distingue en el campo, difundamos nuestra aportación y logremos que cada día sean más mujeres las que nos acompañen en este viaje.  


Mónica Arzoz Canalizo

Arquitecta egresada de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México (2010), Maestra en Urbanismo y Vivienda por la AA Architectural Association School of Architecture, (2012).

Como arquitecta y urbanista, busco impulsar una arquitectura que trascienda la escala de los propios proyectos, que se conciba como parte de un sistema capaz de impactar positivamente el entorno y de absorber las necesidades cambiantes del territorio y sus habitantes. Entiendo a la arquitectura como el producto de un proceso que vincula lo físico con lo social, integra lo urbano y lo ambiental, y que parte del entendimiento de la ciudad y el territorio.

Me gusta creer que este entendimiento de la profesión, junto con el uso de diseños flexibles e innovadores, permiten generar espacios que cumplen distintos objetivos sociales, dentro de los que se destacan la mejora en la calidad de vida de las personas y la creación de entornos equitativos y seguros, estos últimos, de gran relevancia para la mujer.

Como arquitecta, emprendedora y docente, busco que el trabajo que realizo en distintos ámbitos atienda las necesidades de ciudades diversas, cambiantes y cada vez más nuestras; más femeninas. Estoy convencida que una visión enriquecida por los distintos géneros, sin duda favorece el impacto de la arquitectura como herramienta de transformación social.

Andrea Monroy Braham

Arquitecta y Maestra en Restauración de Monumentos, Docente en la Universidad la Salle de la materia de Restauración.

En mi vida profesional me siento muy entusiasmada en dos aspectos: El primero el amor por la historia de México relacionada a la síntesis multicultural materializada en la arquitectura de todas las épocas y el segundo, los procesos sociales de mi país. Mi contribución ha sido y es, permitirme estudiarla y protegerla con mis principios formativos, de tal manera, que se cree una conciencia y reflexión de cualquier caso de estudio que se esté interviniendo. Así, el usuario conozca la memoria y los elementos que generan la crónica del monumento.

Mi posición como mujer me ha permitido crear una empatía y un vínculo hacia lo que sé, sensibilizarme para que en mi segunda pasión profesional que es impartir cátedra, pueda transmitir este conocimiento de manera que las futuras generaciones compartan esta visión que tengo del valor que representa la arquitectura a través del tiempo en México.

Gabriela Sarahi

Arquitecta Fotógrafa por la Universidad Veracruzana, docente de fotografía en la Universidad Veracruzana de Cine Luis Buñuel.

Documentar espacios ha sido mi tarea desde hace ya cuatro años, de esta forma contribuyo a nuestra querida profesión. Una fotografía para mí trasciende más allá de un solo click, es una gran responsabilidad porque debo fragmentar la realidad a través de un encuadre. Éste a su vez debe transmitir la esencia del lugar, dar veracidad, representar el estilo del arquitecto y contribuir a nuestra memoria colectiva. Yo retrato ese punto exacto del fin de un proceso y el inicio de una nueva etapa, mis fotografías representan esa nostalgia de dejar ir un proyecto al entregarlo a su dueño.

La fotografía se ha convertido en un rubro muy noble, es tan democrática que quien pueda tener a su alcance una cámara es fotógrafo. En este caso, ser una fotógrafa de arquitectura cubre dos aspectos en mi vida:

1. Me ayuda a abrir camino a más mujeres que estén interesadas en desarrollar esta actividad, ya que es un hecho que habemos muy pocas mujeres trabajando en esta labor

2. Me brinda la confianza de animar a más colegas arquitectas a desarrollarse

A veces siento que nos hace falta confianza para entrar a concursos, publicar, compartir nuestro trabajo. Tener la posibilidad de estar atrás de una cámara me ha ayudado a compartir el trabajo de colegas arquitectas, acción que a su vez ayuda a visibilizar nuestra presencia en el mundo de la arquitectura.

Gabriela Granados

Arquitecta por la Universidad Nacional Autónoma de México, egresada de Componentes Industrializados para la Edificación de la Unidad de Posgrado UNAM. Colaboradora de proyecto de vivienda con enfoque sustentable en Puerto Escondido, Oaxaca.

Trabajar en la costa oaxaqueña ha sido un giro de 180, hay factores que muchas veces me hicieron replantear una vida aquí, sin embargo; conocer otro entorno mucho más sencillo que la ciudad, empezó a generar una susceptibilidad sobre mi nuevo lugar, construir ante el inevitable crecimiento que está teniendo esta parte de Oaxaca nos hace reflexionar acerca de la gran responsabilidad que tenemos diseñando prácticamente sobre lienzos en blanco, el respeto al lugar se vuelve fundamental.

Gracias al entendimiento que he logrado durante casi dos años y que aún sigue evolucionando, mi aportación en cada proyecto toca la parte sensible hacia el contexto, donde cada muro no delimite, sino que invite a vivir y conectar con la naturaleza, por otra parte, el conocer más sobre el uso de la tierra, piedra, paja, madera como materiales de la zona hace más enriquecedora la experiencia que pone claramente un reto.

Ahora, como mujer puede tornarse complicado, más aún si se es nueva y joven, el ambiente general se basa en la experiencia y el vigor, abre un debate a ¿qué tan listos están para dar mayores responsabilidades a una mujer? Por momentos el entorno cae en subestimación, la rutina y la eficacia con la que se hacen las cosas no dan tiempo para pensar en ello, mucho menos para delegar.  Aún con eso seguimos aprendiendo, a no callar, a ser más tolerantes e inteligente, los cambios no son de un día a otro, pero, sobre todo, a superarnos día con día.

Dinorah Martínez Schute

Arquitecta por la Universidad Iberoamericana Recientemente graduada de la maestría de posgrado: MASDFAB ETH Master of Advanced Studies ETH in Architecture and Digital Fabrication en la ETH Zurich 2019- 2020, en Zurich, Suiza (masdfab.com/) desarrollando la tesis: “Porous Assemblies, Robotic 3D Printing of Sustainable Mineral Foam for Novel Lightweight Architectures”

Para mí la arquitectura es el arte de crear experiencias en el espacio, cada muro o estructura que diseñamos influencia en nuestra vida diaria y la transforma. Por eso debemos ser conscientes de la forma que hacemos arquitectura, que materiales elegimos y repensar el proceso. En mi corta carrera, he aportado con mi curiosidad por explorar nuevas formas de hacer arquitectura de la mano de la tecnología y el descubrimiento de nuevos materiales y soluciones que generen un impacto positivo al medio ambiente por medio de diversas experiencias, prácticas y estudios que he realizado en mis últimos 5 años, viviendo en diferentes culturas, como también trabajando en empresas con diversos enfoques, escalas y procesos creativos. Cada día creo más en la diversidad en nuestra profesión y la fuerza de abrir el diálogo con otras disciplinas, culturas y prácticas. Ninguna es mejor que otra, simplemente son enfoques diferentes que no compiten, se complementan. Lo importante es tener claro que queremos y hacia dónde vamos, con balance, ese el concepto del arquitecto “utópico”, un arquitecto con una práctica balanceada entre la creatividad y la realidad.

El ser mujer en esta profesión no es fácil, ya que desgraciadamente la arquitectura ha sido una profesión enfocada al hombre, sobre todo en la construcción, sin embargo, me ha permitido motivar a otras arquitectas a valernos y él demostrar con nuestro trabajo que algún día tendremos los mismos derechos y oportunidades que el sexo opuesto, y que el género no sea un factor que nos impida crecer o tener una voz, cada día somos más las que estamos siendo escuchadas, entendidas y sobre todo, admiradas por nuestro trabajo, generando oportunidades para más y más mujeres en el gremio, y que cada día se sumen más mujeres a la lista de arquitectas emprendedoras y críticas.